Empezaremos por definir lo que es un préstamo. Se trata de una operación en la que una persona o entidad financiera (prestamista) otorga por medio de un contrato o acuerdo entre las partes involucradas un activo que, por lo general, suele ser una cantidad determinada de dinero.

Este préstamo se hace a cambio de un interés. La devolución o amortización paulatina del préstamo se debe realizar según el contrato firmado.

Los préstamos están ligados al desarrollo de la banca y de la economía mundial. Juegan un papel muy importante tanto en las finanzas personales como en las de cada nación. Cada vez son las personas que optan por esta forma de obtener liquidez.

Los préstamos son operaciones financieras que se han vuelto cotidianos en la vida diaria de las sociedades en todo el mundo y es la esencia de las entidades financieras. Sin embargo, no siempre fue así. Los préstamos han evolucionado a lo largo de la historia de la humanidad, y han sido un punto clave para el desarrollo del comercio y la economía.

Los primeros préstamos

La historia de los préstamos comienza en la antigüedad. El trueque era el medio de intercambio mayoritario, y por este medio se podía acceder a recursos de los que no se disponía.

No obstante, la ambición cada vez más creciente de los mercaderes y exploradores griegos hizo que la Grecia preclásica adoptara los primeros préstamos de dinero real con intereses, sistema que ya había sido puesto a prueba por los fenicios.

Sin este sistema, seguramente no se hubiera dado el florecimiento de la cultura clásica, debido a las limitaciones económicas de la sociedad en esa época, y a que era muy autosuficiente.

Los romanos tardaron algunos siglos más que los griegos en adoptar los préstamos como medio para el crecimiento económico. Las discusiones entre juristas de la época demuestran la preocupación de la sociedad romana por definir tasas de interés justas, iniciando así un sistema bancario que administraban los funcionarios, quienes no solo otorgaban préstamos, sino que también aceptaban depósitos y ordenes de pago, así como algunas otras transacciones.

La falta de liquidez y el cristianismo

Con la llegada del cristianismo, la concepción clásica de riqueza como medio y fin deseable, así como fuente de progreso económico y moral, se vio sustituida progresivamente por la censura moral de la usura.

De esta forma se vivieron varios siglos de decadencia, en los que tanto la producción cultural como el progreso económico se vieron maltrechos debido a la falta de liquidez financiera motivada por la prohibición de los préstamos con intereses.

Pero a pesar de esto, los préstamos siguieron funcionando, especialmente entre las comunidades hebreas repartidas por los reinos cristianos. Con los siglos, los judíos fueron convirtiéndose en los grandes prestamistas que financiaron las empresas más importantes de la historia medieval.

Por lo general, los préstamos ofrecidos podían variar, desde el interés 0 para miembros de su comunidad hasta tasas de interés razonables para otros prestatarios, siempre en base a la confianza y la solvencia de estos.

Liquidez y progreso

Gracias a un préstamo hecho por los Reyes Católicos para financiar la expedición de Colón para el descubrimiento de América, se puso de manifestó la necesidad de financiar las empresas más insólitas e inimaginables.

 El impulso de riqueza que este descubrimiento detono para Europa significó un paso muy importante en la historia, ya que la idea de progreso se fue imponiendo en la mentalidad de la sociedad como un medio efectivo de riqueza.

Durante los siglos XVIII y XIX se produjo un cambio importante, con la creación de bancos comerciales. El sistema de préstamos se desarrolló de forma muy rápida, primero en Europa y después en Estados Unidos.

En este periodo surgieron los bancos centrales como una figura reguladora y no como un simple depósito de oro. De igual manera, aparecieron las actividades bancarias como los depósitos, cambio de divisas y diferentes tipos de préstamo. Con ello, surgió una creciente facilidad para acceder a préstamos, incluso para los pequeños comerciantes y empresarios.

Para el siglo XX, prácticamente cualquier persona que tuviera una idea de negocio o una necesidad económica podía acceder a préstamos con los cuales cubrirlas.

Innovaciones

Entre 1901 y el 2000, surgieron las telecomunicaciones y la informática. Estas fueron cambiando el sistema bancario, el cual ha experimentado un crecimiento vertiginoso desde entonces, primero con la banca electrónica y después con la llegada del internet y la digitalización del dinero.

En este periodo, muchas cosas surgieron y permanecieron, como las tarjetas de crédito, cajeros automáticos y, por supuesto, la banca online, la cual permite obtener préstamos en línea de una forma rápida y fácil.

Los préstamos son de una importancia trascendental para la economía y el progreso de las sociedades. Por este motivo, es de suma importancia conocer cada elemento e implicación que tienen, como los siguientes conceptos:

  • Prestamista: persona o entidad que otorga el dinero, a quién se le debe ser devuelto con intereses.
  • Prestatario: persona que requiere el préstamo. Es a quien se le da el dinero, y quien tendrá que devolverlo en un tiempo acordado con sus respectivos intereses.
  • Capital principal: cantidad total de dinero que se ha prestado por la que se pagará un interés de acuerdo con la cantidad de cuotas y el riesgo que representa la persona que solicita dicho préstamo.
  • Interés: costo financiero del préstamo. Costo que se debe pagar por el uso del dinero ajeno. Se determina según el porcentaje del capital principal y el tiempo que dure el préstamo.
  • Cuota: pago que se cancela por la devolución del préstamo. Se compone por la cantidad principal fraccionada más el interés.