Deuda de Pemex se duplica

Blog

Al cierre del 2020, Pemex reconoció pasivos por casi 300,000 millones de pesos, aunque la cifra real debería ser mayor, ya que no se toman en cuenta las facturas que se aplazan. Esto es una práctica común. Las deudas de Pemex con sus proveedores alcanzaron un nivel máximo el año pasado y han crecido 41% en promedio cada año desde 2018.

En el 2020, la deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex) con sus proveedores reconocida en sus estados financieros tuvo un incremento de 43.2% a 297,994 millones de pesos al cierre del año pasado, siendo este el nivel más alto alcanzado en la última década. Esto significa un grave riesgo para los cientos de empresas proveedoras que padecen retrasos en sus pagos.

Es cierto que el año 2020 fue el año en el que inició la pandemia, y saldar deudas se complicó para todos, incluso para el gobierno federal, sin importar si se trataba de deudas millonarias o microcréditos.

Sin embargo, los pagos a proveedores de la industria nacional que debían haber sido realizados fueron aplazados a un periodo de largo plazo, fueron renegociados o simplemente no fueron reconocidos por falta de ingresos públicos, lo que ha puesto en una situación complicada a miles de contratistas.

El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la transformación (Canacintra), Enoch Castellanos, afirmó en una entrevista que Pemex tiene una deuda con este sector de 140,000 millones de pesos a las 520 empresas pertenecientes a este organismo en diferentes sectores, como el metalmecánico, fabricantes de materiales para construcción, de bienes de capital, papel, vidrio, industria química y otras industrias. Pero lo peor, indica, es que “Pemex no registra la deuda de los proveedores y los mantiene en pagos no reconocidos”.

El mismo presidente de Canacintra comentó que “una vez que Pemex te contrata y haces el trabajo, luego tienen la mala práctica, en esta administración (la de Andrés Manuel López Obrador), de no recibir las facturas; es una triquiñuela legal. Tú ya hiciste el trabajo, pero yo no lo registro, así no me aparece como deuda”.

Sin lugar a duda, esto se ha convertido en una práctica común para poder zafarse de sus responsabilidades, clamando que ellos sencillamente “tienen otros datos”.

Se puede decir que Pemex reconoce una parte de su deuda, la cual registra, como es debido, en su balance general. Por otra parte, Pemex también tiene un pasivo, el cual no reconoce, haciendo un truco para no plasmarlo en su balance y, por tanto, no aceptando los proyectos donde los contratistas ya entregaron la obra o los avances de esta.